¡Siempre el elixir maldito!
Que socava la improvisación del infierno
Tu ternura es una eterna caricia
Tu perspicacia se ha convertido en
normalidad
¡500 años de amor llevo por ti!
Parezco joven en la holgura de la
inmensidad
Soy complejo en un instante conformado
Simplicidad me pides en contornos
desfavorables
No puedo dejar de percibir tu inquietud
permanente
Mi mirada te sigue en la ruta de tu
curvatura
No puedo bajar la cabeza en tan temprana
estación
Quiero comenzar la carrera de la
eternidad
Pero con tu compromiso irrefutable
Del ensimismamiento informal
Las experiencias incomprendidas
Son felices reencuentros
Déjame desposeerme de mis
cuestionamientos
Los libros serán tan solo anécdotas
inservibles
Mis juicios se basarán en la
contemplación momentánea
Dejaré mi mente despegarse de lo material
y palpable
Te amaré en la sencillez absoluta
Provocando el retorno del volcán interior.
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