Niña.

Éxtasis emponzoñado

Conjunto de pernos incrédulos

Pistones recalentados a media carrera

Crujiendo del viejo esplendor conseguido,

Postrándose delante de la multitud enardecida

Posibilidad incierta de bonanza

Aunque firme esta la balanza

Cosechando esperanza

Común denominador implantado,

Medianera intrínseca de enjuagues misteriosos,

Pensé conseguir un vaso inocuo

El papel indispensable para continuar la metáfora risueña

Praxis, sinapsis, conjunto de antitesis predispuestas

Cortejo imprevisto

Castillo de naipes sublimes

Arrojado al vacío sin más,

Paisaje cambiante a las 3 de la madrugada,

Convirtiéndose en cielo andaluz

Andalucía hoy esta deprimida e incomprendida

Porque tu voz al teléfono suena triste,

Siente el pecho romperse en mil pedazos,

Siente al amor volverse trunco,

No conocimos el san telmo nocturno,

La costanera desierta,

El obelisco feliz y danzante,

¿Donde quedaron los cuadros eróticos?

¿Los cielos derritiéndose para llegar más rápido a casa?

Los dioses hoy están tristes,

Tristes como mi alma desnuda,

Porque su obra culmine,

Se destruyo porque una parte incrédula,

No aguanto el escepticismo mismo,

De los corazones uniéndose,

¡Espera!,

Niña este no puede ser el final,

La sociedad llorará la pérdida de su mejor regalo,

De la esperanza renacentista,

El dúo de la transformación social,

Del inconciente destruir las inconciencias,

Derrida diría de-construir el cielo,

Yo diría transformar el infierno en cielo,

Y Viceversa,

La plaza recuerda esa charla emprendedora,

Los árboles lloran desconsoladamente

Porque ya no sé podrá cambiar el mundo,

Porque saben que están condenados a morir intoxicados,

Porque no se ha perdido una pareja,

Sino el futuro de amor y paz,

De la liberación del corazón,

El sueño de los pensadores,

Espera a que tú sangré desgarre tus tejidos,

Siempre una parte se mueve más rápido,

No contemples este espectáculo maravilloso,

Cruzada de brazos,

No dejes que el semirigido valla solo por los rápidos,

Niña yo se que te gusta mucho contemplar,

Pero esta vez toma la posta,

Dirige el buque a buen puerto,

Tienes que salir a navegar por el mar,

Tienes que guiarte por la luz de la estrellas,

En esta ciudad fría jamás encontraras el verdadero brillo,

Vallamos a navegar por el cielo,

Y perdámonos tranquilos en él.